domingo, 17 de febrero de 2008



DESPÍRITU


Desde la otra capa del éter te invoco.
La misma semilla, pero en otro útero:
“Negras hojas emplumadas… ¡ábranse!
Como el pájaro que trae mensajes en su pico
agítense para atravesar el flotante espejo,
elévense utilizando las escalas del piano,
dejen la sangre de su tinta en el reflejo
de las letras que guardan en su útero las nubes
como vestigio carraspeado de nuestro canto.
Aúllen la voz que agudiza las melodías del desierto
y azótense decididos contra los ecos del Universo.”

Hay tierras germinadas con utopías y azoteas,
gusanos por doquier que se alimentan
de las manzanas de un árbol embrujado,
fetos de flor nocturna caídos en mis entrañas,
que es lo mismo que las raíces
de ese árbol seco que igual da manzanas,
lo mismo a una verdad que es confusa
pero que nunca será mentira,
igual a confesarse frente a los vientos,
o regresar para luego irse,
o guardar en jaulas la fragancia de la soledad
cuando ésta se hace fiel amante en penumbras.

La inyección de esa hemoglobina femenina,
grácil, nutriente, vital y doliente
corroe mis arterias haciendo várices con ellas
y como un perro que aúlla al tren y a la luna
espero de pie por ti, y aunque las piernas me duelan
tú sigues siendo musa que nada en sueños,
luz de luna llena sobre abismos,
iluminación de pueblo en la pampa fantasmal
de aquel hábitat del sueño Melancolía
que se hizo real cuando intenté raptarte,
sólo para lograr besarte
y entregar al polvo de sus tierras
los extractos marítimos de mi sangre...

Si no eres de carne y hueso
sólo resta esperar que después de la medianoche
envuelvas con tus trenzas negras mi almohada
y te cuelgues de mi cuello en espera
para columpiarme en el velo de tu misterio en pena,
así abrazarías mi aura y sabrías que yo sí soy
de carne y hueso, de sangre y alma:
el humano que te espera con una corona de espinas
por buscar en ti la razón de su vida y su crucifixión.

Cuando huelo en tus brazos
las cicatrices que nunca se borrarán;
cuando el delineado relieve en nuestras muñecas
predice en mi palma izquierda tu llegada;
cuando me percato que siento nostalgia
de no estar en mi otra vida nunca más,
es porque quizás ya sé que mi Alma
nunca más se despojará
de tu inmortal presencia y ausencia.



“Ábrase la noche del Desierto
a la pálida oscuridad de tu invisible sombra.
Seas Tú mi Tumba y Yo tu Eterno Descanso,
Sagrada Virgen Nocturna”.

3 comentarios:

advenedisa dijo...

te felicito otra vez sigue adelante....tu puedes con todo aguante no mas....lo haras cada dia mejor pisciano loco, pero amoroso jejejjej

advenedisa dijo...

Dios esta contigo asi es que... todo te saldrá bien aunque a veces creamos que nos va mal...me entiendes?..y hasta el dia de hoy cuando el sol brilla la luna refleja y se ilumina la oscuridad,la luna no se queja ni se pone celosa.Solo hace lo que siempre debió hacer...LA LUNA ILUMINA!!!!!! jejejje

Ludwing Varela dijo...

Date una vuelta por aqui, www.dantequemante.blogspot.com