martes, 4 de marzo de 2008




EN LA CRUZ DEL CRUCE

…Hay un cruce con un matiz drástico en su señalética.
(La verdad es que los caminos no conducen,
nosotros los conducimos a ellos:
choferes sordomudos
aviadores sin brújula).

…Hay una separación de mundos demarcada en la piedra.
(Vestigio que se insolenta con el tiempo,
prueba de vida y desaparición terrícola:
relojes destrozados por piedras,
mano humana arrojándolas al fin).

…Hay espejos verticalmente plantados sobre la tierra.
(En un reflejo aturdido vemos el transcurso de nuestras huellas,
sabemos ahora cómo fuimos y cómo será el pasado:
no hay reloj, pero es la hora de elegir rumbo).

…Hay un centinela universal cantando
a cada pasajero que deja de transitar.
(Las melodías que memorizamos cuando niños
relinchan y graznan en nuestros espantos
cuando apenas nos sostenemos en el centro de la cruz:
sigue adelante, no retrocedas,
las vías se cerrarán sólo si tu lo permites).

…Hay una decisión que cambia todo el paraje del destino.
(El riesgo consiste en que si rompes el esquema del viajero
puedes ganarlo o perderlo todo:
puedes pasarte toda una vida con una esposa y dos hijos
o puedes esposarte para siempre y encarcelar tu vida
y la de tus dos niños).

…Hay de los valles más solos del mundo al otro lado del camino.
(Vete a dormir con las arañas de los valles siniestros,
porfía al futuro, involucra también las decadencias
y sufre el mismo martirio de los esclavos del mañana:
para ver la luz
debes atravesar la oscuridad del mundo).

…Hay un hedor a soledad y un augurio de compañía.
(Cuando te sientes el gen más solo del mundo
es porque atraviesas a propósito el sendero del ermitaño:
buscas la sabiduría y te enfrentas sin dudarlo
a la monstruosidad galáctica del conocimiento:
lo importante siempre fue la Esencia,
siendo así el cuerpo un Alcatraz o un Guantánamo,
un Chacabuco o un Pisagua).

…Hay un posible homicidio con alevosía allá al frente.
(Eres y serás siempre un sospechoso para la mano negra,
decidiste tomar aquella vía y el cruce quedó atrás:
si fuiste valiente la conciencia con sus ojos te enjuiciará...
si fuiste cobarde, con cuchillos te rebanará).

Hay gladiolos, rosas, liriums y violetas
(Si en tu jardín se han perdido tu salud y tu fecundación,
piensa que ahí es donde debieron morir y revivir:
la máquina corporal también sufrió las consecuencias
de ser el soñador que eligió enfrentar la realidad
con el arma concedida por el supremo Yo del Tú).

Hay un camino definitivo en el cruce
de nuestro pasado con nuestro futuro:
allí se gesta Vida, Muerte y Resurrección.









LA SEÑAL DEL RAYO

Aquellos que vean
los blancos y sublimes Rayos
iluminando el flotar de las partículas de polvo,
aquellos que los vean pasar
por una ventana cerrada y una cortina semiabierta
podrán saber que ese es el instante,
el instante sórdido del tiempo,
la prueba real de contemplar cómo avanzan
los caballos de sus carretas
y así la velocidad de sus ruedas:
es la materialización de la Melancolía,
siempre mezclada, siempre una alquimia
con las sonatas de Ludwig Van Beethoven.
Aquí nuestro viaje puede detenerse,
es la llamada incorpórea,
la voz sin sonido,
la ráfaga que apunta hacia tu sombra,
el rayo que sale desde la pulpa
de la palma de una mano antigua:
Lo indestructible. Lo entonces bello.
La mirada Virgen. La maestra Luz.

Rayo que busca la habitación reencarnada,
entras envolviendo la soledad de las viejas casas
y con ellas al Alma que las habita:
Ahí está el cofre, a un rincón del vacío.
¿Podrás alcanzar la cerradura, Señor Dios?
¿¡Podrás siquiera Tú,
detener o transformar los actos mismos
que sacrifican la existencia del ente humano
y su mirar hacia el Rayo – Péndulo
el cual atraviesa precisamente
la misma habitación
de la criatura hecha a semejanza tuya
mismísimo Dios!?...

El grito desgarrador y liberador
cuando es alcanzado el Triunfo y la Victoria
actúa como profunda intuición de clarividencia:
“ Las tropas caminan entre los caídos,
más sangre sigue brotando hacia la Tierra;
espeso es el aire a estas alturas, absurdo.”

Ante aquella inmensidad oscura y majestuosa
confabulo mis culpas con su resplandor.
La Vida se enmarca con espinas a modo de pintura
y la Música que fermenta el azufre,
es señal de que este Rayo fue enviado
gracias a la derrota de las Presencias del Mal.



PRÍNCIPES ILUMINADOS
EN LA ANIQUILACIÓN
DEL MUNDO


Si se abre una ventana en el claustro
podría aprovechar el aire de la ciudad,
camuflarme entre sus muertos
y pedir hora en los siquiatras de las madres:

Si hay un sacrificio lento y expresivo
que se efectúa en las pensiones cálidas
que reciben a los deseosos de resurrección
y éstos han caído, y se han levantado, y aún no renuncian,
es porque la luz sagrada se ha apoderado de ellos
y el mundo ya no puede hacer nada contra la fuerza
de la sabiduría encerrada en la mente del artista desnudo:

“Siembra donde hay estiércol humano!
Arroja flores adentro de las fosas!
Los muertos también necesitan
de madres que visiten su descanso”.


Tirar la cadena sería limpiar
las millones de horas que aniquilamos
y que aniquilaron de sorpresa
los miles de orgasmos fingidos por el macho:
La orina en nuestros pecados
La sangre de vuestros dones
Escupos sobre tu espalda
Vómito arcángel sepultándola:

“Cuelga melancolías en los árboles
Haz un corazón y dos flechas partiéndolo
Exprime tus lágrimas cristalinas
y suénatelas, son tuyas,
jala del Alma, una y otra vez”.


Abandonar ahora el cuerpo sería estúpido,
aunque los estorbos se lancen a un costado
por ser cargas que no son realmente nuestras.
Que con tu imagen de víctima culpable se ahuyente
al monstruo creado por nosotros mismos:

“Doma al fin y aliméntalo con tu propia sangre.
No lo claves sobre cruces,
es ahora el momento de entregarte,
sólo declámalo antes de que llegue
el día y la hora
de desaparecer y ya no tocar el suelo”.


Si se abre una ventana en el claustro
podría aprovechar el aire de la ciudad,
camuflarme entre sus vivos
y pedir hora en los siquiatras de los padres:

En la orfandad del silencio
arde en llamas la figura padre:

la imagen huérfana de los hijos perdidos
hoy se detiene a escupir/sembrar al mundo
y a orinarlo/regarlo con sinceridad,
pues desde el centro de su esencia
sale un ectoplasma femenino,

fuerte y contorneado,
con dientes ya sin leche
que sonríen con ácida ternura
a la placa de un recuerdo anciano:


“Planta hombres con corazón femenino
ahí en las animitas olvidadas,
ahí en las almas incomprendidas y atormentadas,
ahí donde las trágicas historias
han aniquilado a los príncipes
que han venido a enseñarnos a amar”.

Haz de cuenta que los cielos no existen
y que el infierno es el mismo paraíso que nos prometieron.
Ya sabes,
cuando la luz se apague
se irá también la oscuridad.


“En el nombre del Romanticismo, el Grunge-Rock y el Folklore Trovador”
“En el nombre de Ludwig Van Beethoven, de Kurt Cobain y de Violeta Parra”:



Amen


DECLARACIÓN
DE SALVACIÓN


Inyecta ramos de poetas en las camas
para que de una vez nazca el vuelo
de los humanos postrados
en la somnolencia del no sentir.

Siente al jardinero de tus sueños
respirar dentro de tu almohada.




EL MENSAJE DEL OSO


Cojo el perro ladra,
quiebra así espejos de otra dimensión.
Despierto de mi estado despierto
y veo que a la vez de cojo
es hijo, y también oso, y guardián
de cavernas sembradas en la penumbra.

Su aullido al cielo nocturno
es un augurio de nuevas voces,
una re-modulación de la Esencia,
un revoltijo de herramientas y astucia,
una caja tapizada en pieles de araña de rincón.

Es por eso que,
hasta que nuestros árboles internos
no descifren los mensajes de los perros cojos,
la oscuridad seguirá siendo azabache
y Nirvana no será lo que realmente es.





III

RESURRECCIÓN


VÉASE TAL CUAL ES

Y ACÉPTESE ASÍ



¿Podremos caminar desnudos hacia el infinito
o es que siempre iremos vestidos a buscarnos?

¿Acaso es la carne del Cuerpo
el alimento para el Espíritu?

¿O es que ves a los ángeles
mostrándose morbosos de sus cuerpos?

“Ahuyente hienas y levántese:
Los santos se regocijan de placer
cuando usted actúa de buena fe
pero antes de comenzar el pacto,
por favor sienta la cruz en su frente
y véase desnudo en posición fetal .”

Los espejos desde siempre
han estado sentenciados a cadena perpetua

por ser unos lavacerebros.

sábado, 1 de marzo de 2008



ECTOPLASMA EN VELA


La raíz del árbol;
sus hojas podridas, sus flores sin calcio.
Sus frutos. Los envenenados y los que no;
Los que yacen colgados boca abajo,
los que son como besos efímeros
lanzados por el arco guerrero de la soledad
sobre el tronco cubierto de acné:
la flecha ahí en la espesura del furúnculo
revienta y derrama la infección
retorciéndola como órganos religiosos
merodeando las cicatrices
enajenadamente delineadas en la cicatrización.

Desierto, tormento, lamentos y defectos.
Un alma cruda y arrugada
cuya existencia ha sido musicalizada
con bases peligrosamente apasionadas de alto volumen
y golpes de guitarra en la sien:
Vivo en carne y éter lo que estoy sintiendo.
Híbridos momentos de ternura y masoquismo.
Largas caminatas de madrugadas en blanco,
veinticinco capítulos de sagrados y paganos simbolismos.

Mancha tras mancha demarco un caminar sin estima.
Reconociendo la enfermedad
percibo algún designio de salud:
fortaleza v/s debilidad;
insensibilidad con/sin sensibilidad;
amor consecuencia odio;
traición resultado abandono:
titileo de luces oscuras, pero titileo de luces al fin.

Demonios y ángeles.
Demasiado niño para el tumulto.
Demasiado joven para un réquiem.

Sensaciones de victoria y por ende
emociones desangradas y amputadas,
batallas en la nada, vivir o morir viviendo
desde el poético aprendizaje del sucumbir
en el imprescindible acto de reconocer un miedo
cuando lo has alzado al infierno,
pero que a la vez lo has recogido del cielo.

Frío. Temblor. Desvanecimiento. Agujeros.
Nada sé pero...
¿será esto una especie de talento?
Sobrevivir a erupciones internas y violentas
que lo único que buscan es revivir al muerto
sólo es terminar de vestirlo con nuevos ternos.
Irresponsable o no,
no soportaría perder lo que más quiero,
seguramente es obvio
cuando ya no encuentras salida
y es que...
¿por qué renegar del oxígeno que brinda
del insecticida que rocía las razones para renunciar?

Ampútame este dolor que se transforma en un feto,
un engendro que se gesta en los organismos en desvelo,
un triste fantasma que ha de sepultarse
en el caudal de los fluidos de mi excremento:
poseído por la pócima de mis arterias se encoge
y ve el horror de contemplar el universo desde el techo,
aplaude sus golpes asquerosos en mi sien izquierda,
siente el sexto sentido clavándose en un segundo miembro
y siendo hijo del mismo Útero Supremo,
me induce a sacarme la coraza
y divinizar nuevamente la magia
de poder sentir que ya he sanado
y que ahora si
puedo en verdad decir
he vuelto.





El ectoplasma regresa a su dimensión.

SEÑOR

Y BÁCULO DE NEGRA LUZ


Me sonrío despiadadamente en el borde de un abismo.
Escucho tu eterna ausencia y emboco
todo el poder de todas estas sombras
que se refugian en mí como parte del Todo.

Deliro y tiemblo por dentro.
La luminosidad de mi tristeza prende jardines,
ocasos corpóreos señalando vías
en donde nosotros transitamos sordos, completamente sordos.

Mis recuerdos de útero se ensimisman,
viven siempre rodeados de organismo
y hoy me siento desvanecido,
evaporado por la sustancia líquida de mi dolor.

Las murallas que levanté una noche
hoy se me caen encima:
olvidé construirlas de papel,
y ahora me aplastan toneladas de sueños.

Fui un recuerdo una tarde de primavera.
Ahora en invierno ya soy un hecho,
un hecho cubierto de melancolía,
un aroma repartido en las diversas estancias de tu desvelo.

Yo vivo y deambulo en el filo de los cielos
enmarcando mi amor absoluto sobre espejos negros:
ahí reconozco el aura de lo imperfecto,
ahí soy Yo, el hombre-lagartija buscando la victoria.

El Mar se me hace tan lejano
pero llego a sus aguas telarañas
siempre acompañado de un ave negra
con uñas negras, ojos negros y labios lilas.

Aquí en la Tierra besé también nubes hembras
ocultando mi masculina soledad y
avergonzándome tanto de ser un hombre
vestido de traje mudo y zapatillas de charol.

Participo de rituales orgásmicos
con guitarra y alcohol en mano:
el canto de mis hermanos danza de felicidad
en el cerro y el muro que moldearon mi Energía.

Cuando estoy hundiéndome en el delirium tremens
veo el ardor de mis órganos cansados,
pero sin embargo curo mis heridas
con el vaivén de mis emociones.

Me marcho porque debo crear las marchas
del último batallón esquelético y visceral.
Me voy con la sonrisa más trágica,
lejos de mi amado hogar de columpios extremos.

Concuerdo con el pasado,
el futuro tengo que enfrentarlo
sin dejar de lado mis altas dosis de pasión...
Abrázame otra vez, y recibe el don de la piedad.

Concluyen los demonios
que es mejor alejarse de mí.
Concluyo que es el viaje sanguíneo
la razón de mi estadía en el Universo.

Ahora bien, ya que somos etéreos
comprenderás que es vital volar;
sabes que tenemos dos hombros,
y sabes que un ala impulsa a la otra a despegar.

MÚSICA FEBRIL
CALMANDO
LA AUTOLACERACIÓN


Tan o más solo que ayer: promesa cumplida.
Un pasado presente retorna.
Años y años desnudados
por el silencio torrentoso
del frío después de la pasión
hacen del ahora una bienvenida
a sus pasos, a mis tropiezos,
a los recuerdos con olor a gas, en fin,
envejezco rápido y mis sentidos
se comportan alienados y autistas
defendiéndose de una condena absurda y cruel
que no deparo en reconocer.

Este es el tiempo de cerrar las ventanas
para tomar aire y respirarme de todos ellos
porque ahora, tan o menos solo que ayer,
siento latir sus también ensimismados corazones
pactando toda la sangre que late
en el ritual del alcohol sin copa ,
y descubro al ermitaño que vocifera
la eternidad del canto insecto
expandiéndose en el museo en donde duermo,
penetrando mi colchón
y clavando sus lancetas en la costilla de mis sueños:

Boca arriba pincha en mi pene y en mi pecho.
De espalda, penetra mi coxis y me duelo.
Posición fetal: el zumbido ataca en los sesos.
Decido.
No más picazones.
Ahora es una pena grandiosa y única,
es la hora de estar solo y ver hacia fuera
con la actitud del atleta antes de la partida,
aún cuando elija quedarme escondido tras lo invisible
y sea la realidad un ataque de úlcera y gastritis,
y sea yo el paciente
que sabe que en tan poco tiempo será dado de alta,
que sabe ya no será observado con la mirada estetoscópica
de los fantasmas que vivieron estancando sus heridas,
curándolas con vendas y frascos con alcohol,
y amputaciones y violencia,
y caricias y mensajes en sus oídos
susurrándole inyecciones y morfina
en el hueso de la nalga izquierda...

¿Quién puede ver esos ojos mirando tu alter ego?
Tienen que ser ellos las muletas de mi viaje?
Tendrá que ser tu cariño imprescindible para vivir?
¿Está tan perdido el perdido?
¿Te importa si combino de mi amor con tu odio?
No crees también que la Muerte es una opción de Vida?

Te yaces y te provocas una soledad con olor a niño,
una mentira con sabor a sexo y a delirio,
un hecho que amamanta senos en la rodilla,
una ubre que fomenta el placer carnal
de ser parido por las millones de horas que de cáncer,
pasaron a ser un dios y un reloj advirtiéndonos
la necesaria detención
de la evolución de esta quemadura.

Corroboro que mi guitarra es más importante
y que el piano es mi guardián y mi arcángel, es
el agua de la nube que ha recorrido en pijamas
todas estas incontables estancias fulminantes
que han de personificar el limbo existencial
de los sonámbulos atravesando con camisas de fuerza
los desiertos ocupados por los militares en la pesadilla.

Cuando ya no veo la estrella que me guiaba
Cuando no veo un motivo trascendente en mi cotidianeidad
Cuando veo que estoy tan o más sólo,
tan o más sedado que ayer,
y tan ave,
y tan sombra, y tan, tan enfermizo,
lanzo mis crucifijos al Mar
y toco esta música que seda la auto laceración
para que pueda proveerme del Báculo y la Espada
en la próxima estación de mi Resurrección.


DESTRUYE MONSTRUOS

O CORTA CUERDAS


Recuerdo la pugna interior
entre el sentirme humano y ser como ellos.
Intento masajear la estampa de la cordura
y a veces también me obligo a actuar
como si todo estuviese normal.

Abandono momentáneamente mi camino
para contemplar desde la sombra que da un letargo,
el transcurso de la metamorfosis y su coyuntura
con una vida imberbe y al mismo tiempo onírica.

Puedo ser la piedra en las orillas de las playas
Puedo ser la arena en los ojos del sermón
Voy siendo un hombre destruyendo esperas
Voy raudo entre ciudades y condenas.

Hago ruidos poseídos en el Vacío
Formulo preguntas que no traspasan nada
Planto mi visión mucho más lejos de lo que conozco
No sé lo que busco
No sé si busco.

El hálito del pasado infante
llega a mis fosas como queriendo ser enterrado en ellas:
tengo la sensación de no estar acá;
supongo que estoy amarrado con correas
y todo lo que inefablemente me rodea
lo guardo en mí como prueba concreta
de la más indudable existencia.

Recurro al Mar para ver algún designio,
alguna respuesta, voz o pista concreta
de lo que puedo estar sembrando ahora,
justo después de la pesadilla en el sueño,
justo ahora que mi instinto perdió el rumbo
y el hacha y la hoz de su tiempo sin cosecha.

Cómo transcurre la velocidad del Tiempo
Cómo se ha ido gestando en mí el ahogo
Cuánto, cuánto más tengo que esperar
para de una vez por todas conocer
la sensación de despertar para siempre
y no volver a dormirme
en las tierras ilusorias
que enfrenté durante el desengaño.




SIEN


Solo, como la mariposa negra en lo alto del crepúsculo.
Solo, como han dejado los autos, las micros y los colectivos
al rostro cubierto de sangre pidiendo ayuda en la calle.
Solo, con el espejismo fantástico de los siameses
bailando en los callejones sin salida de la madrugada.
Solos, analizamos los extractos del éter
para encontrar respuestas que despejen
la disyuntiva de poder atravesar y comprender
la existencia del muro de las sicologías sin cura.
Solo, con la melancolía de los días enfermos y atrofiados,
aquellos que habitan los áticos del exceso y amplifican
la sonoridad abismante del silencio,
el ya aterrador preludio de los espectros, la agonía,
que esquelética se presenta para incendiar cada partícula
de los músculos, mis tejidos y mi piel.
Solo, oscurezco la luz de la ampolleta con mi sangre
y contemplo así tu ausencia a través de un caleidoscopio,
pues intento encontrarte y a la vez matarte, porque ya sin fe,
escribo los paisajes que se me aparecen clavados en la cruz,
sillas meciendo la nada, soledades, que hoy me encontré.
Sólo el descanso mortuorio y un último cigarro sin prender
son consuelos para el desconsuelo: inevitable y natural.
Solo, intento en vano rescatar mis emociones secuestradas.
Solo, recuerdo el incendio y la diarrea como medicina;
el hogar con triángulos pintados en su techo,
sus vigas, sus ahorcados, su energía;
la frustración de cumpleaños, la fiesta, los globos
inflados con el aire robado de un ataque cardíaco,
orgánicos sentimientos acallados y desesperanzados
que vomitaron la música de velo negro y silencio pálido,
la cual invisible merodea tus ojos amarrados a la luna,
y habla de una caleta de gusanos asesinados que reaparece
cuando estoy solo,escuchando mensajes secretos antes de dormir.

ES


Cuando morir se hace una seducción de largas piernas
y el deseo de desaparecer gime como orgía,
las razones quedan encarnadas al pecado
y las respuestas son asesinadas
por eróticas voces homicidas.

Cuando morir es permanecer en calma
y planear una última caricia de cuchilla
en la ya musculosa arterización de la huída,
un claro y premonitorio día de funeral
con campanadas señala la hora de la partida.

Cuando los mismos recuerdos amnióticos
golpean con una misma violencia embriona la reja,
arrancan las gaviotas perdidas de la hemoglobina,
se esfuma en magias la catástrofe-familia
y así el Padre, y el Hijo, y el Espíritu Santo
crean canciones inspiradas en el griterío
como jeringa y sedante para el caos de los nervios,
como parlantes de una separación que renace suicidios,
muertes consumadas como actos inconscientes,
totalmente puros, infantes y por lo tanto inocentes,
sin intención de maldad,
sin siquiera deseos de extinción de genes.

¿Fueron los ekekos lanzados en el antejardín,
y los hombres machos y las mujeres hembras
los responsables de la historia del fin?
¿Fue todo este maldito ritual de sadomasoquismo
la consecuencia de la magia negra en el destino?

Sólo sé que inevitable hoy es la caída,
pues sucumbir a mis miedos
es tan duro como decir que te quiero.

HAY UN OJO QUE ME JUZGA



…que me juzga utilizando la detención del tiempo
y que me mira culpándome aun antes
de golpear su martillo contra mis mejillas.

Hay un ojo inmenso aplastándome
con todas sus toneladas de absurdo,
está ahí y la humedad de su lágrima
me ahoga venciéndome y burlándose de mí
al verme caer al interior
del sentimiento en vísceras ahogado frente a él.
Está ese ojo de rodillas observándome,
está esperando mi renuncia y mi ridiculización,
está malditamente quieto y no emite sonidos.
Está cuando ustedes están escuchándolo:
cuando se tropieza y tartamudea:
cuando te dirige hacia un infinito:
cuando la conversación se hace un canto:
cuando yo desafino ante él
sabiendo que me está mirando...

Ay, si pudiese yo reflejar su odio
Si pudiese salir de su control cerebral
Si fuese yo como quiero ser y no como soy
pues fruto soy de lo que él muestra,
de lo que él ve, de lo que él roba de mí.
Ese ojo lanza una radiación
la cual impulsa a mi vista
a mirar hacia adentro y no hacia afuera:
yo veo ojos atacándome con furia
yo siento condenas cubiertas con pestañas
yo escucho el hablar de los cuerpos
yo palpo lo que él me induce a palpar
yo huelo hediondo,
y no sé si es aquí adentro o allá afuera.

Hay un ojo monstruoso creado en mi inconsciente
y no es más que un otro ojo mío,
la propia creación en la cual vivo
y que no es sino la materialización de mi conciencia
cuando intenta actuar racionalmente
en un caótico mundo racional.

Hay un ojo que siempre está condenándome
Hay un ojo que aborrezco con toda mi Alma
Hay un ojo que siempre termina derrotado,

pero que igual me vence en los momentos justos.

II




MUERTE





PROFANACIÓN MÍSTICA


Oh distancia petrificada en los rieles del tiempo
Oh duelo más negro que ataúd de poeta
Oh libertad solitaria resguardada en altura
Oh acantilado guardián del nido y la espina
Oh viento salitrero en la cima universal
Oh noche hundida en el desierto salado
Oh inmortal amada desorbitadamente triste
Oh fatigosa declamación culpable de palabras
Oh letra incontenible de despechado
Oh fealdad madre, obligada y leal
Oh inmundicia en pulcritudes santas
Oh belleza hija de abismos profanados
Oh vestigio desenterrado en primavera
Oh sal de mis ojos más negros que una Virgen
Oh satanáses y dioses guerreros de la sien
Oh infierno desollador y mutilado de alas
Oh moscas sobrevolando la sinfonía paranormal
Oh fuego que incendias estas largas pestañas
¿¡ Qué ves en estos grandes ojos
aparte de apocalípticos espectáculos psíquicos !?