lunes, 20 de diciembre de 2010

"Canta el Tren, los Fluidos y el Hombre"


http://www.youtube.com/watch?v=hi4tiJAy49I


CANTA EL TREN, LOS FLUÍDOS Y EL HOMBRE.



…fueron las muchas incursiones por el desierto una especie de inyección al inconsciente,
galaxias y estrellas inexplicables los guías embriagados de Creación, árboles
majestuosos como sagrados, magnánimos y atardecientes, inmaculados, Dios:
¿Qué paisaje has de lagrimear por este río de pasado, por este desierto de Soles y Lunas?

Trajimos nuestras cosas desde un lugar no tan lejano, llegamos para quedarnos ostrados
en la burbuja que nos deleita con sus sueños en pena de sacristías
decoradas con el Cardo Santo, de nuestros ángeles heridos por sus propias Almas:
Yo sólo escribo para poder decir lo que no puedo mal decir.

En realidades póstumas, presentes en mi tiempo que transcurre independiente al espacio
Físicas y electricidades caen a fuerza de velocidades pesadas de alturas y aberraciones:
¡Oh resultados de los malos cálculos terrestres, dedicaos las tormentas y los vendavales
a todos aquellos que luchan por dejar una huella en los caminos humanos!.

Me conmuevo siendo un espectador de todo este trance maléfico, la vida en las ciudades
es como la pelea de dos pájaros titánicos en el interior de una jaula modernizada:
Perpetua la idea de nuestra estancia en el infierno ardiente de toda esta cagada
Asumido el primer peldaño como el más severo y el más atrevido

Escrito en fluidos canta el tren que huyó de los antiguos andenes para poder existir
Desierto y crepúsculo, olvidado en este tiempo y recordado en otra encarnación.
Las alturas resbalan y 7 niveles coronan mi ascenso en laureles ardientes, quemados
y oscurecidos en la asunción de mujeres oscuras como la propia Poesía:
Batahola entre lamentos, ramificación de vírgenes sin cuerpo ni cabeza,
caras desclavadas por el Hacha de la Palabra, desterradas de raíz, Angustia:
Porque en algún paraje de mis suicidios dejé también una flor sangrante
Porque en cada uno de ellos, amé como el hombre que ha muerto para descubrir
el poder víscero de los sentimientos, la majestuosidad enigmática del amor,
la batalla sobrenatural de avanzar herido y machacado, cabizbajo, lejos del mundo, ensimismado por ser genio y luz de cavernas ecóreas, cavernas, ecóreasmetamorfas.

Aún así, perdido estoy bien. Cruzar putrefactos laberintos es una enseñanza vital:
Ascender desvestido en el huracán, atónito ante el infinito, minúsculo entre la Nada
Mirada fija sólo hacia un punto cardinal, el de la altura:
Una nueva oscuridad replanteada como búsqueda de verdad interna
Aniquilamiento de monstruos, de miedos totalmente gordos y fofos,
poderosos como el Instinto de la soledad cuando está al borde con su víctima,
voluntaria coyuntura entre hombre y Dios,
entre Destino y sueños existenciales blandos.


Porfelius