martes, 4 de marzo de 2008


EL MENSAJE DEL OSO


Cojo el perro ladra,
quiebra así espejos de otra dimensión.
Despierto de mi estado despierto
y veo que a la vez de cojo
es hijo, y también oso, y guardián
de cavernas sembradas en la penumbra.

Su aullido al cielo nocturno
es un augurio de nuevas voces,
una re-modulación de la Esencia,
un revoltijo de herramientas y astucia,
una caja tapizada en pieles de araña de rincón.

Es por eso que,
hasta que nuestros árboles internos
no descifren los mensajes de los perros cojos,
la oscuridad seguirá siendo azabache
y Nirvana no será lo que realmente es.





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